LOS RETROVIRUS: LA LEUCEMIA FELINA, LA INMUNODEFICIENCIA FELINA.
¿QUÉ SON LOS RETROVIRUS?
Los retrovirus son un tipo especial de virus diferentes a los demás.¡Seguro que has oído hablar de ellos!. Desde hace unos años se ha hecho tristemente famoso uno terrible: el virus del SIDA. El virus del SIDA es muy dañino porque ataca las células del sistema inmune, que son las responsables de protegernos de las infecciones. Por eso, los enfermos de SIDA están indefensos frente a las bacterias, hongos, virus...incluso frente a aquellos que serían inocuos para una persona sana.
¿POR QUÉ LOS RETROVIRUS SON TAN PELIGROSOS?
En la mayoría de las infecciones víricas (por ejemplo la gripe o la varicela, el organismo, tras una fase aguda, acaba destruyendo el virus y supera la infección pos sí sólo y de forma permanente. En cambio los retrovirus son capaces de “esconderse” dentro de las células de los individuos que infectan, haciéndose invisibles para las defensas del organismo durante largos períodos de tiempo, lo que dificulta mucho su eliminación. Se multiplican despacio, por lo que las enfermedades que provocan suelen ser de evolución lenta y crónica, y se alternan períodos sin síntomas con otros de graves manifestaciones. La gravedad de los síntomas depende del tipo de célula infectada, siendo los más peligrosos los virus que, como el del SIDA, atacan las células del sistema inmune.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICAN LAS INFECCIONES POR VIRUS?
Los síntomas orientarán al profesional, que podrá entonces confirmar el diagnóstico mediante un análisis de sangre en el laboratorio con técnicas especiales. Estas técnicas son diferentes para cada enfermedad. Algunas se basan en la detección directa del propio virus, y otras consisten en el análisis de los anticuerpos.
¿QUÉ SON LOS ANTICUERPOS?
Cuando un virus infecta a un organismo el cuerpo de la persona o animal desarrolla unas moléculas que circulan por la sangre y se llaman anticuerpos. Los anticuerpos son específicos, lo que significa que son diferentes para cada tipo de virus. Mediante un análisis de anticuerpos en sangre podemos saber si un individuo ha estado en contacto con un determinado virus. En algunas infecciones, tener anticuerpos significa que se tiene la enfermedad. En otras puede significar que se tuvo pero ya se superó.
¿LOS GATOS SE PUEDEN INFECTAR POR RETROVIRUS?
Sí, los gatos pueden padecer dos tipos de infecciones provocadas por retrovirus. Ambos afectan al sistema inmune y son el virus de la Inmunodeficiencia Felina o F.I.V. y el virus de la Leucemia Felina o FeLV. En la actualidad se cree que ninguno de los dos es transmisible al hombre en circunstancias normales.
¿QUÉ ES?
La leucemia felina es una enfermedad infecciosa del gato muy contagiosa, que produce inmunodeficiencia (bajada de defensas) y tumores.
¿CÓMO SE CONTAGIA?
El virus se elimina por la saliva y se transmite de gato a gato por contagio directo, por mordedura o por otros tipos de contacto como juegos, lamido, etc. Los gatitos se contagian de la madre durante la gestación o a través de la leche cuando maman.
¿ES MUY FRECUENTE? ¿PODRÍA TENERLA MI GATO?
El virus de la Leucemia Felina está presente en todo el mundo, y afecta del 3 al 20% de la población felina según el país. En Francia, un estudio realizado en 1992 determinó que el 19’9% de los gatos eran portadores del virus. Otros estudios basados en la presencia de anticuerpos, revelan que 2 de cada 3 gatos entran en contacto con el virus al menos una vez en la vida. Los gatos que más probabilidades tienen de contagiarse son los que salen a la calle.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
En la mayor parte de los gatos, la infección permanece latente en un principio y el gato presenta buena salud. Cuando la enfermedad se manifiesta pueden aparecer diversos síntomas:
- Consecuencias de la inmunodeficiencia. Debido al daño en las células del sistema inmune, los gatos se vuelven más sensibles a un gran número de enfermedades infecciosas crónicas y resistentes a la mayoría de tratamientos(toxoplasmosis, neumonías, infecciones cutáneas, gingivitis, toses, etc.)
- Anemia. Es muy frecuente y está provocada por varios mecanismos directos e indirectos. EL virus de la leucemia es la principal causa de anemia en los gatos.
- Enfermedades tumorales. El virus de la Leucemia Felina es un retrovirus oncogénico, es decir, es capaz de inducir la aparición de tumores. Los más frecuentes son los linfosarcomas, un tipo de tumor sólido. La leucemia (cáncer de la sangre), es menos frecuente, a pesar de dar nombre a la enfermedad.
- Otras. Muy variados signos clínicos pueden estar relacionados con la infección por el virus de la Leucemia Felina: alteraciones renales, oculares o neurológicas, problemas de la reproducción, poliartritis... junto con un progresivo deterioro del estado general.
¿CÓMO PUEDO SABER SI MI GATO TIENE LEUCEMIA?
Lo primero, es llevarlo al veterinario. Los síntomas son muy inespecíficos lo que dificulta el diagnóstico, pero existen tests que permiten confirmarlo.
- Si tu gato tiene síntomas y el análisis sale positivo, significa que tiene la enfermedad.
- Si está aparentemente sano pero en un análisis de rutina tu veterinario detecta que es positivo, se debe repetir el test a las 3-6 semanas. Si sigue siendo positivo sin síntomas, significa que es un portador crónico. Puede tardar un tiempo muy variable en desarrollar la enfermedad, a veces hasta tres años. Durante esta fase también puede contagiar a otros gatos.
En cualquier caso, siempre debe ser tu veterinario el que te indique el test a realizar y también ha de ser él quien interprete los resultados, considerando el historial y el estado de tu gato.
¿SE PUEDE PREVENIR?
Afortunadamente, existen en el mercado vacunas eficaces para prevenir la infección. Antes de vacunar, y si tu veterinario te lo aconseja, se puede hacer un test que descarte la posibilidad de que tu gato tenga ya la infección, en cuyo caso la vacuna no podría prevenirla.
Es importante evitar el contacto con gatos infectados.
LA INMUNODEFICIENCIA FELINA
¿QUÉ ES?
La Inmunodeficiencia Felina es una enfermedad infecciosa del gato también llamada el SIDA felino. Su distribución es mundial y aparece con más frecuencia en machos callejeros, aunque la puede padecer cualquier gato. Afecta al sistema inmune provocando un síndrome parecido al SIDA humano.
Puede presentarse en infección mixta con el virus de la Leucemia Felina.
¿CÓMO SE CONTAGIA?
La transmisión se realiza por la mordedura de un gato infectado. El contagio de la madre a los hijos vía leche o placenta es menos frecuente.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
Tras la infección, el virus puede permanecer latente sin ocasionar síntomas durante meses o años.
- Fase aguda (inmediatamente después de la infección). Puede haber inflamación de ganglios, fiebre y malestar general de forma casi siempre transitoria. A veces diarrea o anemia. Esta fase puede pasar inadvertida.
- Fase de latencia. El animal no presenta síntomas, excepto a veces algún ganglio inflamado. Por lo demás presenta un aparente buen estado de saludo. La duración de esta fase es muy variable.
- Fase crónica. Son muy típicos los problemas bucales, con inflamación e infección secundaria (estomatitis, gingivitis, periodontitis...). Como consecuencia de la disminución de las defensas, el gato está muy predispuesto a padecer toda clase de infecciones respiratorias, oculares, cutáneas, otitis por ácaros, etc. La mayoría de los gatos presentan también anemia y a veces un descenso de glóbulos blancos. Son frecuentes la fiebre y el adelgazamiento y también pueden aparecer alteraciones renales e incluso neurológicas, como, por ejemplo, cambios de conducta. Otra posibilidad es la aparición de tumores.
La evolución de la enfermedad suele ser lenta. Solo un 20% de los animales mueren dentro de los 2 primeros años después del diagnóstico. En ocasiones, el gato puede permanecer sin síntomas mucho tiempo después del contagio e incluso morir de viejo sin haber manifestado la enfermedad. Sin embargo una vez que comienzan a aparecer enfermedades asociadas a la inmunodeficiencia, el proceso es irreversible.
¿CÓMO PUEDO SABER SI MI GATO TIENE INMUNODEFICIENCIA?
Los síntomas de inmunodeficiencia son muy inespecíficos y tu veterinario puede decidir realizar una prueba que confirme sus sospechas. Con un análisis podemos saber si lo que tiene es el virus de la Inmunodeficiencia Felina, el virus de la Leucemia Felina o los dos. En esta enfermedad la prueba no siempre es definitiva. Puede haber resultados dudosos y a veces se tiene que repetir pasado algún tiempo para comprobar la evolución. Sólo tu veterinario puede asesorarte correctamente sobre cómo actuar y cómo interpretar los resultados obtenidos.
¿SE PUEDE PREVENIR?
Actualmente en España no se comercializa ninguna vacuna. La prevención es relativamente sencilla y consiste en evitar el contacto con gatos callejeros o potencialmente enfermos.
MI GATO TIENE UNA RETROVIROSIS
¿QUÉ PUEDO HACER?
- No te dejes llevar por el desánimo. Ciertamente se trata de dos enfermedades muy graves y hay personas que optan por el sacrificio, pero existen otras alternativas. Con el tratamiento adecuado es posible mejorar las expectativas y, sobre todo, la calidad de vida de muchos animales. Si éste es el caso de tu gato, ¡quizá aún podrás disfrutar de mucho tiempo juntos!. Pero sólo podrás ayudarle si piensas de forma positiva.
- Déjate aconsejar por el profesional. Cada caso es diferente y sólo tu veterinario conoce la situación particular de tu gato y las opciones terapéuticas, más apropiadas para él.
- Medita bien tu decisión. Tu gato será siempre un enfermo crónico. Los tratamientos requieren gastos y molestias. Tendrás que ser muy constante y aún así, en veterinaria como en medicina, casi nunca hay garantías.
Es una decisión muy personal pero, si sigues leyendo, podemos ayudarte a que la tomes bien informado.
EL TRATAMIENTO DE LAS RETROVIROSIS FELINAS
¿CÓMO SE TRATAN LOS SÍNTOMAS?
Existen medicamentos para paliar muchos de los síntomas que padece tu gato. Por ejemplo, si tiene fiebre, tu veterinario le recomendará un antitérmico, si no quiere comer, una dieta especial. Puede que también necesite suero. También es muy importante tratar las infecciones secundarias.
¿QUÉ SON LAS INFECCIONES SECUNDARIAS?
Son las que aparecen en individuos infectados por virus y están provocadas por bacterias, hongos, parásitos u otros virus diferentes al que causó la enfermedad original. Estos microorganismos actúan de forma oportunista, aprovechando que el sistema inmune está “ocupado” o debilitado, para instalarse en el organismo. Todos los virus provocan cierta bajada de defensas que puede propiciar la aparición de enfermedades. Lógicamente, en el caso de los virus que atacan al sistema inmune como el SIDA, la Leucemia Felina y la Inmunodeficiencia Felina, la frecuencia y gravedad de las infecciones secundarias es especialmente acusada y tu veterinario tendrá que tratarlas también. Por ejemplo, si tu gato tiene una conjuntivitis te proporcionará un colirio y si tiene una infección en la piel, un antibiótico.
¿QUÉ PODEMOS HACER CONTRA EL VIRUS?
Probablemente ya sabes que los virus apenas tienen tratamientos específicos. Para las bacterias, tenemos los antibióticos, que son muy eficaces, pero los virus no se pueden matar con antibióticos. Normalmente en las infecciones por virus se tratan los síntomas, las infecciones secundarias por bacterias si las hay, y, en cuanto al virus, se espera que sea el propio sistema inmune el que los elimine. Así se hace con la gripe, las paperas o el sarampión. El problema está en el caso de enfermedades graves producidas por virus que el organismo no es capaz de destruir por sí sólo. En medicina humana existen algunos medicamentos antivirales, como el AZT y el interferón.
EL INTERFERÓN
¿QUÉ ES EL INTERFERÓN?
Se trata de una molécula natural (producida por el propio organismo) que tiene la capacidad de ayudar a nuestras células a bloquear la replicación de los virus. Todos los mamíferos producen interferón en pequeñas cantidades, pero no son todos exactamente iguales. La tecnología actual permite fabricar interferón humano.
A pesar de ser una molécula natural, la administración de interferón externo tiene bastantes efectos secundarios en las personas y sólo se emplea en enfermedades muy graves como la hepatitis B y C. No funciona por igual con todos los virus por lo que continuamente se están realizando estudios para evaluar su eficacia en distintas enfermedades.
¿SE PUEDE USAR EL INTERFERÓN HUMANO EN GATOS?
En gatos se ha utilizado el interferón humano en las retrovirosis, pero la tolerancia es mala si se pincha y si se administra bebido requiere tratamientos muy largos y engorrosos. Además, la eficacia no se ha podido demostrar claramente con estudios clínicos.
¿Y NO EXISTE UN INTERFERÓN PARA ANIMALES DE COMPAÑÍA?
Afortunadamente, sí. En el año 2002 se lanzó en toda España el primer Interferón veterinario. Está fabricado por ingeniería genética utilizando como patrón el interferón natural del gato, por lo que es exactamente igual al original. Esto hace que sea perfectamente tolerado por vía inyectable, la que ha demostrado su eficacia científicamente.
Por razones que se desconocen, en los animales de compañía el interferón felino no provoca los efectos secundarios que se han visto en humanos. Al contrario, la tolerancia es muy buena tanto en perros como en gatos.
¿CÓMO PUEDE AYUDAR EL INTERFERÓN VETERINARIO EN EL TRATAMIENTO DE LAS RETROVIROSIS FELINAS?
Se han realizado estudios en gatos con Leucemia y con Inmunodeficiencia, y en la mayoría de los casos, gracias al interferón felino, se han conseguido mejorar de forma significativa los síntomas y la calidad de vida de estos animales. En el caso de los gatos con Leucemia, también se ha conseguido multiplicar por 1’6 las posibilidades de supervivencia al cabo de un año.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO CON INTERFERÓN FELINO?
El tratamiento es sencillo pero debes cumplirlo estrictamente. Consiste en la aplicación de cinco inyecciones subcutáneas prácticamente indoloras. Tendrás que llevar a tu gato al veterinario durante 5 días seguidos para que le ponga las inyecciones. Es muy importante que no te saltes ninguna dosis. Para conseguir la mejor eficacia, lo ideal es repetir el tratamiento a los 14 y a los 60 días.
- Días 0,1,2,3 y 4: una inyección cada día.
- Días 14,15,16,17 y 18: una inyección cada día.
- Días 60,61,62,63 y 64: una inyección cada día.
Las repeticiones a los 14 y 60 días, se realizarán sólo si el gato ha respondido bien al primer tratamiento. Esta respuesta se puede evaluar mediante un análisis de sangre que nos permitirá saber si el gato tiene anemia.
- Si 14 días después del primer tratamiento tu gato tiene anemia, significa que no ha respondido bien al tratamiento. No merece la pena insistir con el interferón.
- Si a los 14 días tu gato no tiene anemia, es buena señal. Probablemente ya habrás notado una mejoría en los síntomas y en su estado de ánimo. No significa que tu gato esté curado pero sí que responde a la terapia antiviral, y esto es muy positivo. Ahora ya puedes repetir el tratamiento para mejorar la eficacia del mismo y lo mismo a los 60 días.
¿Y A PARTIR DE AHORA...?
El tratamiento con interferón ha terminado por el momento, pero piensa que ahora tu gato es un enfermo crónico. Debes llevarlo a revisar 2 veces al año y urgentemente siempre que tenga una recaída. En ese caso, tu veterinario te planteará nuevamente las opciones (repetir el tratamiento con interferón o no). Pero ¡ánimo!. Es posible que pase mucho tiempo antes de que esto ocurra. Según un estudio, si la respuesta del gato ha sido buena y se completan las 3 series de inyecciones, las posibilidades de que ese gato se mantengan con un buen estado de saludo al menos durante un año son de un 79%.
Y sobre todo, ten en cuenta que cada caso es diferente, no hagas caso de lo que te digan amigos, vecinos... El único profesional que puede informarte adecuadamente es tu veterinario.
Virbac España, S.A agradece al Dr Albert Lloret, veterinario, su inestimable colaboración en la creación de esta obra. Albert Lloret es miembro del grupo de medicina felina GEMEFE, de la Asociación de Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA).
Fuente: http://www.gatofeliz.com