El gato es un animal netamente territorial, si bien es posible su socialización con diferentes especies incluyendo la suya, esta no es obligada. Más aún que en el perro, animal reconocidamente social, la naturaleza y calidad de los contactos con los demás y el carácter de ansiedad o calma de la madre felina durante la gestación van a influir sobre la capacidad de adaptación y, por tanto, sobre la frecuencia y gravedad de las reacciones de ansiedad en el gato, cuya causa más frecuente se basa principalmente en alteraciones en su entorno, tomando un segundo lugar la relación con otros individuos.
El término ansiedad en medicina veterinaria se puede definir como un estado en el cual aumenta la probabilidad de obtener reacciones emocionales análogas al miedo en respuesta a cualquier variación del medio interior o exterior. Existe, en consecuencia una desorganización de los autocontroles y una pérdida de las capacidades de adaptación a cualquier variación del medio (Pageat, 2000)
MANIFESTACIONES DE ANSIEDAD
La taquicardia y la taquipnea son menos frecuentes en el gato que en el perro. Sin embargo es posible observarla en nuestra consulta o recoger datos de dueños de gatos sobre la aparición de esta manifestación en situaciones altamente estresantes.
En casos crónicos de manifestaciones de ansiedad, uno de los síntomas más observados es la aparición de heces blandas y signos de colitis, en muchas ocasiones sin respuesta al tratamiento sintomático.
El sudor a través de los cojinetes plantares junto con midriasis es un buen indicador de la intensidad y tipo de ansiedad que el gato presenta en la consulta. Así, tenemos que se correlaciona un aumento en el sudor y midriasis con una baja probabilidad de agresión por miedo durante el examen. Por otro lado, la presencia de miosis y cojinetes secos nos puede indicar una posible reacción agresiva debiendo tener prudencia durante el manejo.
La ingesta de alimento se encuentra reducida durante los cuadros de ansiedad permanente cuando no es objeto de actividades de sustitución en donde se presenta un gran aumento en el consumo.
En el caso de la ansiedad permanente causada por alteraciones en el ambiente se observa un desaseo y abandono del acicalamiento. En cambio, algunas formas de ansiedad permanente son acompañadas por actividades de sustitución como el lamido que por ausencia de los mecanismos de regulación provoca una alopecia extensa con la particularidad de encontrar el pelaje mecánicamente roto en la zona.
El sueño se puede ver alterado con la llegada de una nueva mascota, presentándose estados de hipervigilancia con focalización sobre el recién llegado
Comportamientos centrifugos
La aparición de un comportamiento desrregulado con marcaje urinario es la manifestación más común de un transtorno del territorio con ansiedad en el felino doméstico y es, por ende, la queja más frecuente de propietarios en la consulta.
La exploración del entorno está siempre disminuída en casos de ansiedad.
Además, se identificará agresión por miedo en casos de ansiedad intermitente, siendo esta motivo de consulta de muchos dueños de gatos que de un día a otro se tornan agresivos.
Las feromonas en el gato van muy ligadas a la forma en que este distribuye su territorio e interactúa con el medio. De esta manera podemos distinguir en el territorio del gato diferentes campos:
De actividad en donde se consagra una actividad precisa como cazar, jugar o eliminar.De aislamiento en que el gato evita el contacto con otros individuos que generalmente corresponden a lugares en altura.
De agresión centrado sobre el individuo variando su tamaño dependiendo del estado emocional o fisiológico del gato respondiendo con agresión ante cualquier invasión (recordemos aquellos pacientes que no gustan salir de la jaula en nuestra consulta y terminan arañando incluso al propio dueño).
Dentro de las marcas que cada gato utiliza para definir zonas en su territorio encontramos las marcas visuales tales como los spots urinarios y los arañazos y las marcas olfativas a través de las feromonas.
Las feromonas corresponden a cuerpos químicos de bajo peso molecular lo que les permite ser fácilmente volátiles (Peageat 2000) cumpliendo su función en el órgano vómero nasal u órgano de Jacobson. Estas feromonas cumplen importantes roles en el comportamiento de los caninos y felinos, especialmente, en la conducta sexual y marcaje territorial. De esta manera en el gato podemos clasificar las marcas con funciones territoriales en tres grupos.
Marcas territoriales: a través de las marcas urinarias y arañazos, señalando la presencia de un ocupante permanente. Las marcas urinarias se correlaciona fuertemente con una reacción emocional o estado de excitación sexual y no es inhibido por la castración, esto sólo disminuye la frecuencia y el olor. Por su parte, los arañazos son siempre realizados sobre objetos visibles y cercanos a los campos de aislamiento.
Marcas de alarma: emitidas por el gato ante un estrés violento. Su percepción conlleva a la huída o rechazo. Un punto importante para la atención clínica es que actúan sobre el individuo que las emite y también sobre otros gatos que las perciben, por tanto mientras menos estrés sufra nuestro paciente menos problemas tendremos con él y con otros gatos que se atiendan en nuestra consulta.
Marcas de identificación: emitidas sobre objetos inanimados o personas desconocidas, depositadas al frotar el mentón sobre sus dueños o el médico veterinario en la consulta (feromonas de la fracción F3). De esta manera se sabe que las marcas faciales inhiben el marcaje urinario y que debido al efecto apaciguador de estas secreciones estimulan en el gato la exploración del medio desconocido y, por lo tanto, es de más fácil manipulación.
Además de las marcas de identificación depositadas sobre objetos o personas, el gato también emite feromonas que ayudan al reconocimiento entre gatos de un mismo grupo lo que desactiva la agresión territorial (feromonas de la fracción F4), permitiendo ingresar nuevos gatos o caninos al hogar evitando o disminuyendo los episodios de agresiones.
La ansiedad es una de las causas más frecuentes de alteraciones del comportamiento en el felino, por tanto conocer esta patología, sus causas y cómo diagnosticarla correctamente es de vital importancia para realizar un tratamiento adecuado y efectivo. El conocimiento y correcto uso de las feromonas en felinos permite ayudar a consolidar un tratamiento con muy buenos resultados y deja de manifiesto la importancia que tiene para el gato su territorio.
Fuente: http://www.aamefe.org




