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Obesidad en el Gato (II)

El mantenimiento del peso corporal depende de factores glucostáticos, termostáticos, gastrointestinales, hormonales y gustativos, todos integrados en el sistema nervioso central y expresados a través del comportamiento alimenticio. El Comportamiento del animal obeso, a menudo olvidado por los veterinarios, es por lo general el aspecto más importante del problema.


Definición

La obesidad es una enfermedad caracterizada por excesivo acúmulo de grasa en el cuerpo, provocando un aumento de 20 % o más en el peso ideal del individuo y suficiente para deteriorar las funciones del organismo.




Epidemiología

Según la mayoría de los autores entre el 20 y el 40% de los gatos son obesos. Los gatos mestizos presentan mayor probabilidad de ser obesos que los de razas puras. La obesidad es mayor en las hembras que en los machos y mayor en las ovariectomizadas que en las enteras. Los animales de mediana edad tienen el doble de incidencia de obesidad comparada con la de los animales jóvenes. A simple vista la mayoría de los clínicos podrían afirmar que es más probable que las personas obesas posean animales de compañía obesos, sin embargo hay pocos datos para argumentar que los mismos factores pueden estar involucrados en la obesidad del dueño y la mascota. Según Beaver más de la mitad de los pacientes veterinarios obesos pertenecen a personas obesas y solo un cuarto a dueños no obesos (1999).


Etiopatogenia y fisiopatología

La causa base de la obesidad es un desequilibrio entre el consumo y el gasto de energía, que nos lleva a un exceso persistente de calorías porque la entrada supera la salida. Esta situación es el resultado de una sumatoria de varios factores:




  1. Hambre y saciedad: en el hipotálamo lateral (HL) se encuentra el centro del hambre. Lesiones a este nivel generan afagia y adipsia. En el hipotálamo ventromedial (HVM) se ubica el centro de la saciedad. En este sitio las lesiones generan polifagia y obesidad frente a dietas palatables. Estos centros se inhiben mutuamente. Pero su función también está influenciada por la actividad de la amígdala, la corteza y el tronco encefálico. Por ejemplo la amígdala es la responsable de la aversión alimenticia y lesiones en esta estructura generan polifagia y pica. Por lo tanto el hipotálamo regula el consumo de alimento integrando las señales que lo inician con las que lo finalizan.

    1. Señales que inician el consumo (hambre): En el HL la hipoglucemia aumenta el apetito y los aumentos y disminuciones de la insulina generan polifagia. Sobre receptores en hígado la acción conjunta de glucosa e insulina interactua con los centros hipotalámicos. Por último la menor disponibilidad de ácidos grasos estimula el apetito.

    2. Señales que finalizan el consumo (saciedad): La hiperglucemia junto con la insulina aumenta la actividad del HVM. Las señales gástricas parten del estímulo mecánico y químico de la comida en el estómago. Las señales intestinales son mediadas por la secreción de colecistoquinina (CCK) frente al alimento en el duodeno (mayor con lípidos). También podrían haber señales hepáticas como resultado de la presencia de nutrientes en la vena porta.

    3. Las señales cefálicas son débiles, poco duraderas y se activan por la ingestión, apariencia, olor y gusto del alimento. Estos mecanismos tendrían cierta especificidad, ya que alimentos nuevos estimulan el apetito en animales previamente saciados por otro alimento.





  1. Con relación a las características del alimento se sabe que la menor concentración energética y/o mayor palatabilidad de la dieta aumenta el consumo, y viceversa.




  2. Neurotransmisores: el estradiol potencia el efecto inhibidor de la CCK y las alteraciones en el metabolismo central de la CCK generan pica. La norepinefrina o las endorfinas estimulan el núcleo paraventricular del hipotálamo (cercano al HVM) aumentando la ingesta. Los alimentos palatables aumentan la liberación de dopamina y serotonina (5HT) en el HL. La dopamina genera una sensación placentera y la 5HT finaliza la comida por actuar sobre los receptores centrales de CCK. El neuropéptido I aumenta la ingesta como parte del control del ritmo circadiano. La duración del fotoperíodo a través de la pineal modifica por medio de la melatonina el consumo de alimento. En condiciones normales este es máximo en otoño y mínimo en primavera.




  3. Factores genéticos: para algunos autores estos factores podrían ser poco importantes y hasta el momento no hay marcadores. Sin embargo hay razas menos representadas y otras con mayor incidencia de obesidad. La explicación sería un mayor número de células adiposas en su organismo.




  4. Factores del desarrollo: durante las etapas iniciales del desarrollo el tejido adiposo crece tanto en número como en tamaño celular. De adultos el número de adipocitos normalmente no aumenta más. La sobrealimentación desde edad temprana genera una hiperplasia y una hipertrofia de las células adiposas. En cambio la obesidad en la edad adulta se debe exclusivamente al aumento del tamaño de las células grasas. Por lo tanto la obesidad hiperplásica es muy difícil de tratar. El exceso de adipocitos mantiene el estímulo para el acumulo de lípidos y se produce una resistencia a la disminución de grasa por debajo de cierto nivel. Esto está regulado por una hormona fabricada por las células adiposas llamada leptina.




  5. Factores relacionados con la actividad física: en la naturaleza los gatos presentan picos de actividad intensa durante la vigilia, caracterizadas por exploración ambiental, cacerías y juego, con consumo elevado de energía. Solamente uno de cada 15 intentos de caza es exitoso, por lo tanto en condiciones naturales necesita realizar más de 100 expediciones diarias para conseguir alimento, lo que puede requerir de 6 a 8 horas diarias de actividad. En cambio en condiciones domésticas suele haber una falta de ejercicio debido a un estilo de vida sedentario, durmiendo de 12 a 18 horas al día y con períodos de vigilia más cortos y con menos gasto de energía que en condiciones silvestres. Ello, sumado a la permanencia en viviendas con poco espacio y alimento muy apetecible fácilmente disponible los lleva a realizar mucho menos ejercicio para conseguir comida que sus ancestros silvestres.






  6. Factores clínicos:

    1. Gonadectomía: el dato de que los estrógenos suprimen el apetito explicaría que las gatas ovariectomizadas aumenten la ingesta de alimento y el peso en mayor medida que los machos orquiectomizados. Sin embargo algunos autores afirman que la castración tiene poca contribución directa y se debería a la excesiva incorporación de calorías y a la disminución de la actividad física resultante de los cambios en las conductas sexualmente dimórficas, consistente en menor vagabundeo y menor frecuencia de peleas intraespecíficas.

    2. Fármacos: Las benzodiacepinas, progestágenos, corticoides y esteroides anabólicos aumentan la ingesta de alimento (orexígenos).

    3. Enfermedades somáticas: desbalances endocrinos, injurias cerebrales (lesiones hipotalámicas), etc.

    4. Enfermedades comportamentales:

      1. Trastornos de ansiedad: Los signos clínicos de la ansiedad generalizada o permanente pueden incluir polifagia con obesidad.

      2. Trastornos obsesivos-compulsivos: (sobreingestión compulsiva). La ingesta de alimento se trasforma en una conducta anormal caracterizada por una acción repetitiva y persistente, relativamente invariable y fuera de contexto, interfiriendo con el comportamiento normal. Es excesiva en duración, frecuencia e intensidad, siendo algunas veces causa de obesidad.




     


    Las alteraciones del comportamiento escapan a los objetivos de este trabajo. Para más datos se aconseja consultar la bibliografía especializada.





  7. Factores conductuales:

    1. Comportamiento alimentario: los gatos suelen alimentarse durante todo el día, al igual que sus ancestros salvajes que comían pequeñas presas varias veces por día. Por lo tanto la alimentación ad-libitum es la que más se asemeja a la conducta natural, pero por supuesto controlando la cantidad total administrada en 24 hs. Como cazador solitario que es, perseguir y atrapar una presa, así como ingerirla no son actividades sociales. Además, y sobre todo en condiciones hogareñas, cazar y comer son actividades independientes ya que aún bien alimentado se desencadenara la conducta predatoria por estímulo visual y auditivo de las presa (estímulo llave).

    2. Conductas aprendidas: los comportamientos de afiliación como frotarse o asearse mutuamente son fundamentales en la estabilidad de los grupos felinos. Muchas veces los propietarios fallan en entender el acicalamiento, así también como las vocalizaciones y el juego como medio de interacción social y responden con exceso de comida o bocados alimenticios extras para demostrar afecto y reforzar el vínculo con su gato. Esto le interesa al animal y permite que se activen mecanismos de aprendizaje que desarrollaran conductas que posteriormente suelen ser difíciles de modificar.

      1. Condicionamiento clásico: se asocia un estímulo, como por ejemplo la llegada del dueño a la casa o el horario de comida (sentarse en la mesa, sillón, etc.), con recibir alimento como premio (por ser como es o haberse portado bien) o dar sobras de mesa. De esta forma se desarrollan rituales molestos consistentes en frotar la cabeza contra el propietario, ronronear, hacer ocho entre las piernas o vocalizar para obtener comida.

      2. Condicionamiento operante (o instrumental) con reforzamiento positivo (+): Por ceder al pedido cada vez más intenso se produce un reforzamiento (+) continuo, lo que lo lleva a pedir cada vez más. Si en algún momento se ignora por un tiempo la demanda de alimento, pero finalmente se cede frente a la mayor insistencia, la conducta de mendigar sufre un reforzamiento intermitente. Esta situación agrava el caso porque fija y ritualiza aún más la conducta.

      3. Modelado:Muchos gatos desarrollan estrategias adaptativas altamente efectivas para obtener comida a través de sucesivas modificaciones en los actos que componen las secuencias de la conducta destinada a obtener alimento.










  8. Factores relacionados con las costumbres de alimentación de los propietarios: dietas con excesiva cantidad de calorías, grandes volúmenes, alimentos muy apetitosos (alta palatabilidad), suplementos u obsequios (carnes, golosinas).






Signos clínicos y diagnóstico




  • Aumento significativo del peso corporal

  • Polifagia permanente, durante las crisis de ansiedad o en forma compulsiva en determinadas situaciones

  • Parecen no alcanzar nunca el estado de saciedad

  • Son incapaces de dejar de comer mientras tienen comida disponible

  • Son excesivamente susceptibles a los estímulos alimentarios del ambiente y la palatabilidad de la comida



Curso y Pronóstico

El pronóstico de la reducción de peso es pobre y el curso tiende a progresar. El pronóstico es malo para aquellos que son obesos desde la etapa juvenil.


Tratamiento

Tener en cuenta que el sistema nervioso defiende el tamaño de las células adiposas. Por lo tanto obligar a disminuir el peso a un obeso ocasionará irritabilidad, depresión e inactividad (sería como hacerle pasar hambre a un individuo normal).




  1. Modificación ambiental: si bien sabemos que el ambiente extraño inhibe el apetito, esto no es algo que podamos utilizar en la práctica con fines terapéuticos:

    1. Se deben separar los animales para comer y de esta forma poder controlar que, cuando y donde comen

    2. Dar alimento palatable de bajas calorías o disminuir la palatabilidad

    3. Asegurarse que pueda cubrir sus necesidades diarias de ejercicio, dándole la posibilidad de explorar, acceder a superficies elevadas y esconderse




  2. Formación del/los propietarios:

    1. No describir el exceso de peso en cifras absolutas, sino en porcentajes. Por ejemplo, “su animal tiene 20 % más del peso que debería, como si yo tuviera 15 kg más” (Fig. Nº 2)

    2. Utilizar el esquema de las siluetas con los distintos estados corporales

    3. Señalar los métodos previos para reducción de peso si los hubo

    4. Convencer al dueño y a todos en el hogar que el gato tiene un problema. Un solo miembro de la familia en desacuerdo o no informado hace que el programa falle

    5. Si bien se debe señalar el peso ideal y los avances periódicos en la reducción del mismo, es mejor limitar la reducción del peso que generar un rechazo a participar en la terapia

    6. Hacer el programa dirigido solo al gato para no ofender o comprometer al propietario obeso





  1. Técnica cognitiva:

    1. Si alimentarlo es el único contacto social que tiene el propietario con su gato, va a resistir la indicación de no darle. Entonces hay que aumentar la frecuencia de administración y adaptarlo al etograma natural del gato. Dar varias raciones diarias y solo en su plato para regular el acceso al alimento y que no pida en la mesa. También se le puede dar más proporción cuando el propietario está en casa para disminuir el mendigar y evitar la tentación de darle más de lo debido. Que no tenga acceso a otros lugares de comida como tacho de basura, armarios, mesadas, heladera, etc. Esto por ser más esfuerzo para el dueño también disminuye las veces que le va a dar. Pero ese esfuerzo adicional para una persona no motivada puede llevarla a abandonar el programa de reducción de peso

    2. Sesiones diarias de juego interactivo durante 15 minutos 2 veces por día o más. El juego es una actividad sin un fin definido y sin emoción específica, que posee su propia motivación y constituye una recompensa en sí misma. Aunque es más pronunciado en el gatito y en el juvenil, es necesario durante toda la vida y muy importante para el gasto de energía. Además el juego es mucho más eficaz para crear lazos con los felinos y pasaran más tiempo con su dueño si es este el que controla la interacción. El ejercicio físico y la estimulación son fundamentales para la estabilidad del animal. A medida que pierde peso se vuelve más activo y juega más, y dejará de basar todos sus contactos en la obtención de comida

    3. Darle juguetes parecidos a las presas naturales con movimientos rápidos e imprevisibles, emisión de ruidos agudos y pequeño tamaño. Pueden ser bollos de papel tirados por escaleras, cordones agitados por el propietario u objetos colgantes. Las torres de juego son cada vez más accesibles y pueden ser muy útiles ya que pueden trepar, arañar y jugar

    4. Dar alimento apetecible dentro de un objeto que el gato tendrá que obtener a través de la expresión de su comportamiento predatorio y tenerlo en cuenta como parte de la ración diaria. También se puede esconder parte de la dieta en diferentes lugares de la casa estimulando la exploración y la capacidad de resolver problemas



  2. Técnica conductual: Como muchas veces el dar exceso de comida o bocados alimenticios extras sustancia el vínculo humano-animal, esto se debe reemplazar con otras conductas gratificantes para ambos:

    1. Extinción evitando señales que actúan como estímulos desencadenantes de la conducta alimenticia (condicionamiento clásico). No dar más bocados cuando pide. Si no puede resistir darle cada vez que pide, ponerlo en otra área confinado durante los momentos en que pide más frecuente e intensamente. Otra alternativa es disminuir gradualmente la cantidad y la frecuencia con la que le dan cuando preparan comida o se sientan a comer ellos, incorporando esas calorías al total de la dieta

    2. Reforzamiento de 2° orden o secundario (estímulos asociados) cambiando el premio de alimento por una palabra gratificante, caricias o juego con objetos (que además aumentan el nivel de actividad física)



  3. Técnica sistémica:

    1. El objetivo principal debe ser dividido en subobjetivos, como la cantidad de calorías diarias que le debe administrar y la disminución de peso semanal esperable. Esto sirve como reforzamiento de la participación del dueño en la terapia

    2. Dar un programa detallado de la cantidad de alimento a administrar por día

    3. Llevar un registro de la cantidad y tipo de alimento dado y el nivel de actividad desarrollada hasta llegar al peso buscado

    4. Premiar más los cambios del hábito alimenticio (sobre todo el mendigar) que la disminución del peso, aunque disminuya mínimamente y no cumpla con el objetivo fijado

    5. No desalentar al propietario por la falta de progres



  4. Farmacológico: Se podría obtener buenos resultados con el uso de la fluoxetina (ISRS) dentro de un esquema integrado de tratamiento, ya que disminuye el apetito.

    Si la obesidad se debe a una enfermedad somática (endocrinopatías, etc.) o comportamental (ansiedad, TOC) ésta debe ser tratada primariamente.



Evolución

Si se respeta el programa de alimentación el riesgo de recaídas es mínimo. También es necesario el monitoreo periódico del paciente por parte del veterinario. Debe ser pesado y examinado una vez por mes. Dedicar todo el tiempo necesario a estas consultas y mostrar interés por sus problemas. Si la visita del paciente al consultorio es muy traumática, que solo concurra el propietario a los controles.


 


 


                                                                                       Fuente:  http://www.aamefe.org

 

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