Debido a que los gatos pueden estar bastantes horas del día solos, la tos puede pasar desapercibida en muchas ocasiones si ésta no es muy frecuente y si no interfiere con su actividad normal. Podemos a veces encontrarnos con gatos que padecen cuadros avanzados o crónicos la primera vez que llegan a nuestra consulta debido a que la tos puede ser difícil de interpretar para algunos propietarios al ser confundida con arcadas, estornudos e incluso con problemas digestivos si la tos acaba en vómito. También vemos gatos con problemas graves que afectan al parénquima pulmonar como pueden ser pneumonías, compresión pulmonar por derrame pleural, compresiones mediastínicas por masas... y sorprende que la tos no se produzca o bien ésta esté apenas presente. Se debe a que a diferencia con el perro, los gatos no poseen receptores de tos en los alvéolos ni sacos alveolares, por lo que la tos no se produce en estas patologías.
Es muy infrecuente también que las patologías cardiacas en gatos cursen con tos, a diferencia con el perro.
Los receptores tusígenos en los gatos se sitúan en la laringe, tráquea, bifurcación traqueal y grandes bronquios. El estímulo de los receptores laríngeos provoca una tos paroxística y muy frecuente mientras que los cuadros agudos que afectan a receptores de traquea y bronquios, genera una tos menos frecuente pero con gran esfuerzo espiratorio.
VIROSIS RESPIRATORIAS FELINAS
Los gatitos no vacunados que recientemente hayan estado en contacto con otros gatos, bien en criaderos o en la calle, y que presenten tos además de signos oculares y nasales, pueden padecer Rinotraqueitis felina o Calicivirosis felina.
El virus de la Rinotraqueitis felina provoca en el gatito inicialmente ataques agudos de estornudos, seguidos de una conjuntivitis severa y rinitis ambas con gran descarga que llega a ser mucopurulenta. La presencia de costras alrededor de ojos y nariz al desecarse las secreciones es típico de este proceso. La presencia de úlceras en la boca puede ocurrir pero es muy infrecuente. La invasión de traquea y brónquios, con la consiguiente inflamación y producción de exudados, provoca la tos que es mucho más frecuente que en la Calicivirosis.
La infección por Calcivirus, afecta primero a vías altas con secreción ocular moderada y descarga nasal durante unos días. La descarga aunque puede llegar a ser mucopurulenta, no llega a la severidad de la producida en la Rinotraqueitis. La aparición de úlceras de hasta unos 5 mm. en la boca es típico de este proceso, afectando a lengua, paladar y arcadas.
El Calicivirus provoca una bronconeumonía que varíará en severidad en función de la cepa y el estado inmune del gato. Es por esto que la tos es mucho más frecuente en la Rinotraqueitis que en la Calicivirosis ya que en alveolos pulmonares no hay receptores para la tos.
Tratamiento: Es igual para ambos procesos. Debemos mantener al gatito bien hidratado para favorecer la fluidificación y eliminación de las secreciones. El tratamiento con antibióticos de amplio espectro evita la aparición de infecciones oportunistas bacterianas que pueden agravar el cuadro inicial. Los antinflamatorios no esteroideos mejoran mucho el estado general al reducir la fiebre y la inflamación, contribuyendo a una mejoría más rápida.
LARINGOESPASMO
El laringoespasmo en el gato se produce por la presencia de procesos inflamatorios crónicos de la laringe que producen acúmulos de secreciones en la zona o bien al estímulo de los receptores laríngeos con saliva o con pelos deglutidos entre otros agentes. Es un proceso habitual y la mayoría de las veces no requiere de ningún tratamiento si bien en algunas ocasiones, como durante la intubación, puede generar signos graves debido al espasmo de la laringe. El gato adopta una posición en la que extiende la cabeza, se agacha, abre ligeramente la boca y realiza espiraciones contínuas. La duración es variable y generalmente termina deglutiendo aunque en algunos casos finaliza con una arcada. Tras este proceso, reanuda su vida normal.
Los gatos afectados no presentan ninguna otra sintomatología y no se ha encontrado relación con el sexo, edad o raza.
Diagnóstico: Se debe realizar por exclusión de las restantes patologías. El examen físico es completamente normal y las radiografías torácicas no muestran ninguna alteración. Para confirmarla se puede sedar al gato y examinar la laringe encontrándose en algunos casos inflamación difusa de la zona y acúmulo de secreciones.
Tratamiento: En los casos en que sea de presentación esporádica, el propietario puede probar a introducir agua con una jeringa dentro de la boca del gato, lo que le hará deglutir y eliminar la causa que irrita la laringe. Si el proceso es muy frecuente y se detecta gran inflamación de la laringe se puede utilizar prednisona o prednisolona oral a la dosis de 1 mg/kg durante una semana para que se reduzca la sensibilidad de los receptores laríngeos.
ENFERMEDAD BRONQUIAL
La enfermedad bronquial felina abarca diferentes patologías como la bronquitis aguda, la bronquitis crónica, la bronquitis crónica asmática y el asma bronquial felino. Todas son patologías bronquiales que se diferencian por la duración del proceso, los cambios estructurales de los bronquios y el pronóstico para el gato.
ASMA BRONQUIAL
El asma bronquial aparece en gatos a partir de los 2 o 3 años como consecuencia de la obstrucción de las vías aéreas bajas debido a un broncoespasmo reversible y agudo como consecuencia de una hiperreactividad del árbol traqueobronquial frente a múltiples estímulos como pueden ser cambios de temperatura, alergenos inhalados o el ejercicio.
Los gatos afectados se agachan, extienden el cuello y tosen una o varias veces al día presentando cuadros de disnea esporádicos que suelen precederse de una tos paroxística. Entre los episodios asmáticos el gato se encuentra normal si bien pueden comentarnos que también estornuda. La condición física es buena a nos ser en cuadros de tos muy frecuentes que llegan a ser extenuantes.
Los bronquios de los gatos afectados por este proceso presentan cambios como son la hipertrofia de las glándulas mucosas con una mayor producción de moco, un infiltrado inflamatorio eosinofílico y la hipertrofia de la muscultura lisa responsable del cuadro disneíco al provocar el broncoespasmo.
Diagnóstico: Las radiografías torácicas nos muestran un patrón bronquial que puede ir desde moderado a severo (con presencia de “donuts” y “railes de tren” en la periferia del campo pulmonar), pero que en muchas ocasiones no se corresponde con la severidad del cuadro clínico. Si realizamos la radiografía con el gato en disnea, veremos superinsuflación pulmonar caracterizada por un mayor ennegrecimiento del campo pulmonar, el límite pulmonar llegará hasta T13, y el diafragma tendrá una posición más caudal al corazón. La superinsuflación es pasajera y no la detectaremos cuando el gato no presenta disnea. Se debe al broncoespasmo que provoca que el aire quede atrapado en el interior de los alveolos. La Analítica sanguínea puede o no mostrar eosinofília por lo que no es de gran utilidad.
Citología y cultivo bronquial: se realiza mediante el lavado transtraqueal (a través del cartílago) o mediante un aspirado endotraqueal (mediante intubación del gato). La muestra recogida en un gato asmático tendrá un predominio de eosinófilos. Los cultivos serán negativos a no ser que exista un proceso bacteriano secundario.
Tratamiento: La administración de broncodiatadores consigue una mejoría inmediata al revertir el broncoespasmo. Los cuadros muy severos necesitarán tratamiento de urgencia con la administración de oxígeno y la inyección intravenosa o intramuscular si ésta es muy estresante de Aminofilina y una dosis de Dexametasona por via intravenosa lenta. Generalmente la respuesta es muy rápida.Los ataques en casa se pueden controlar mediante la administración de broncodilatdores como la Terbutalina oral o bien la Aminofilina (ver tabla). Hay que tener precaución con la Aminofilina ya que puede generar ansiedad además de cambios de conducta en el gato.
Teniendo en cuenta que una de las principales causas es la inhalación de alergenos o sustancias irritantes, deberemos evitar que el gato tenga contacto con el polvo de la bandeja de arena utilizando otros tipos de lechos, evitar el humo de cigarros, evitar que esté presente cuando se utilicen productos de limpieza caseros por la eliminación de vapores posiblemente irritantes, evitar el uso de perfumes...
Pronóstico: Reservado debido a que es un proceso crónico y que en algunos casos es progresivo.
BRONQUITIS AGUDA
Es un proceso inflamatorio de las vías aéreas, reversible y de corta duración cuyo signo principal es la aparición de tos varias veces al día. Puede presentarse en cualquier edad y las causas son víricas, bacterianas, o debido a la presencia de mycoplasmas.
Diagnóstico: La radiografía torácica muestra un patrón bronquial marcado con presencia de “donuts” y “railes de tren” en la periferia del campo pulmonar. Si realizamos citología bronquial mostrará un predominio de neutrófilos y el cultivo presentará un crecimiento de bacterias como Pasteurella multocida, Bordetella bronchiséptica y Streptococcus sp.
Tratamiento: La antibioterapia es generalmente suficiente para controlar el cuadro.
Pronóstico:muy bueno a no ser que existan causas cronificantes.
BRONQUITIS CRONICA/BRONQUITIS CRONICA ASMATICA
Se produce en gatos de 3 a 8 años. La tos es el signo principal y tiene una duración de más de 2 o 3 meses. Cuando además presenta procesos disnéicos hablaremos de Bronquitis Crónica Asmática.
El árbol bronquial presenta graves alteraciones estructurales como la presencia de un infiltrado inflamatorio, la hipertrofia de las glándulas mucosas que generan mayor cantidad de un moco menos fluido, y fibrosis irreversible debido a la inflamación crónica.
Debido a la mayor producción de moco de peor calidad, el mecanismo de defensa del sistema mucociliar se ve alterado por lo que las contaminaciones bacterianas secundarias son muy frecuentes. Se acumulan exudados dentro de la luz bronquial provocando obstrucciones de las vías aéreas más pequeñas, con lo que el proceso evoluciona a enfermedad crónica obstructiva pulmonar.
El cuadro puede evolucionar hacia enfisema pulmonar debido a que se produce el atrapamiento de aire en pequeñas bullas en uno o más lóbulos pulmonares por la rotura de las paredes alveolares. Este proceso es irrevesible y progresivo.
Diagnóstico: La Radiografía muestra una mezcla de patrones en función del estadío del proceso en el que nos encontremos: siempre veremos un patrón bronquial marcado con los “donuts” en la periferia del campo pulmonar además de un patrón intersticial por la inflamación del intersticio pulmonar. En algunos casos vemos la consolidación del lóbulo medial derecho debido a la obstrucción bronquial así como un patrón alveolar difuso debido a la infiltración celular y a la atelectasia de alveolos. En los casos en los que haya enfisema pulmonar veremos superinsuflación pulmonar pero a diferencia con el asma bronquial, éste es permanente y no reversible.
Citología del moco bronquial: la mayoría de las células presentes son neutrófilos o una combinación de neutrófilos y eosinófilos dependiendo de la causa subyacente. Los cultivos pueden ser positivos pero suelen ser bacterias secundarias al proceso. En la analítica, un tercio de los gatos presenta una elevación de las proteínas séricas.
Tratamiento: Debemos controlar la tos y las secreciones, prevenir infecciones y eliminar las causas agravantes. Esto lo realizamos mediante la utilización conjunta de antibióticos, corticoesteroides y broncodilatadores. Evitaremos en la medida de lo posible que el gato tenga contacto con agentes inhalantes irritantes o alergenos como arena de la caja, humo de tabaco... La terapia con aerosoles es muy buena pero muy difícil de aplicar en gatos.
Pronóstico: malo ya que la recuperación total no se produce. A diferencia con los gatos que padecen asma bronquial, la respuesta al tratamiento es parcial ya que los signos clínicos no se deben únicamente al espasmo bronquial sino que la obstrucción es más por cambios estructurales como los infiltrados celulares, el edema bronquial... Con el tratamiento conseguimos una respuesta parcial y los gatos afectados necesitarán un tratamiento contínuo con corticoides, broncodilatadores y antibóticos.
PARASITOS RESPIRATORIOS
DIROFILARIOSIS
Es menos frecuente que en el perro, pero a los gatos que vivan en zonas endémicas o bien aquellos que acompañen a sus dueños a dichas zonas, debería realizárseles pruebas de detección de filarias dentro del panel diagnóstico de la tos. Los gatos ofrecen una mayor resistencia a la infestación por Dirofilaria immitis lo que conduce a un menor número de formas adultas en su corazón (de 1 a 6, siendo la media de 2 formas adultas), y una menor duración y cantidad de microfilaremia. Debido a estos factores el diagnóstico de Diforilariosis en gatos no ha sido fácil al no detectarse microfilaremia en sangre como ocurre en perros y a que los signos son también diferentes.
Signos clínicos: En las formas agudas son frecuentes los signos nerviosos como convulsiones, ceguera, síncope... debido a la migración aberrante de formas adultas a los ventrículos laterales cerebrales. Los signos pulmonares abarcan cuadros de tos paroxística y disnea y el tromboembolismo pulmonar agudo es típico de dirofilariosis provocando un cuadro de disnea severa y muerte súbita. En las formas crónicas, el gato presenta tos persistente paroxística y cuadros disnéicos. También hay signos gastrointestinales como vómito, anorexia y pérdida de peso siendo en algunos gatos el vómito el único signo presente. Si hay una gran hipertensión pulmonar se produce un cuadro de insuficiencia de corazón derecho con los signos asociados a él como intolerancia al ejercicio, adelgazamiento y decaimiento. Si la insuficiencia cardiaca progresa aparecerán signos de ésta como derrames pleurales y ascitis.
Diagnóstico: Analítica sanguínea: en algunos gatos la analítica es completamente normal. Podemos encontrar eosinofilia e hiperglobulinemia que se corresponderá con la presencia de microfilaremia, pero al ser ésta tan escasa, no será un hallazgo frecuente.
- Electrocardiograma: no es diagnóstico pero ayudará a detectar si se han producido alteraciones en el corazón derecho de los gatos afectados.
- Radiografía: la detección de los cambios radiográficos, es más complicada de lo que pueda resultar en el perro. La presencia de filarias en la arteria pulmonar principal crea una dilatación de ésta debido al proceso inflamatorio que genera en su pared. Este aumento se produce al poco tiempo, incluso a la semana de la implantación de los adultos. En casos avanzados podemos detectar tortuosidad de arterias pulmonares lobares, así como lesiones focales difusas del parénquima pulmonar. En algunos casos apreciaremos el ventrículo derecho aumentado de tamaño.
El diagnóstico definitivo se realiza con la detección de antígeno de Dirofilaria inmmitis adultas. La detección de microfilaremia no es de utilidad debido a su escasa presencia en gatos.
Tratamiento: Los gatos asintomáticos o que presenten sólo signos pulmonares leves, generalmente no recibirán tratamiento ya que los signos no suelen evolucionar. Los gatos con signos claros, serán tratados con Thiacetarsamide (2.2 mg/kg/ iv/12h/2 días). El tratamiento suele provocar vómitos y anorexia durante los días de aplicación. El tratamiento no está exento de riesgos y hay estudios que refieren que en un porcentaje de gatos se produjo la muerte por edema pulmonar agudo y fallo respiratorio tras la segunda dosis del fármaco. Además, el riesgo de tromboembolias es alto durante los primeros quince días tras la administración del fármaco. Debido a esto, sólo se tratarán los gatos con alteraciones cardiacas de corazón derecho y grave hipertensión pulmonar.
AELUROSTRONGYLUS ABSTRUSUS
No es muy frecuente, pero debe ser buscado en las heces de los gatos que hayan vivido en la calle. Su ciclo biológico requiere de un hospedor intermediario. Los adultos se encuentran en el pulmón del gato, en alveolos y bronquiolos y los huevos que ponen pasan a L1 dentro de los alveolos: Las L1 son deglutidas y salen en las deyecciones donde pueden sobrevivir varios meses. Una vez en el medio penetran en el pie de moluscos terrestres (caracoles y babosas). El gato los ingiere y la larva infectiva llega al pulmón vía sanguínea o linfática tras 24 horas de haber sido ingerida.
Signos clínicos: La presencia del parásito en los alveolos genera una fuerte respuesta inflamatoria, creándose una pneumonía intersticial y los situados en bronquiolos provocan una bronquitis aguda. La tos es la sintomatología predominante. En algunos casos puede haber disnea.
Diagnóstico:Se realiza detectando L1 en heces mediante la técnica de Baerman. Las radiografías muestran un fuerte patrón bronquial además de un patrón alveolar difuso severo alrededor de las 6 u 8 semanas postinfección.
Tratamiento: Antihelmíntidos:
POLIPOS NASOFARINGEOS
Suelen aparecer en gatos jóvenes. El pólipo crece desde el oido medio y se extiende dentro de la faringe a través de las trompas de Eustaquio llegando a alcanzar un tamaño considerable. Su presencia provoca estornudos, descarga nasal bilateral, tos y dificultad respiratoria ya que crea un cuadro obstructivo de vías respiratorias altas.
Diagnóstico: Radiografía: En proyecciones oblícuas para separar las bullas timpánicas, se aprecia un aumento de densidad y engrosamiento irregular de la bulla afectada. En la otra proyección se apreciará un aumento de densidad en la zona de proyección de la laringe. Mediante la tranquilización del gato y explorando la zona, hallaremos una masa que desplaza ventralmente el paladar blando y se sitúa en la nasofaringe. En algunos casos se puede apreciar dentro del oido externo al explorar éste.
Tratamiento: Siempre quirúrgico.
Fuente: http://www.infomascota.com