Introducción
Ante cualquier trastorno que curse con un déficit hídrico se deben contestar a las siguientes preguntas:
¿qué grado de afectación o de déficit de agua sufre el animal?
¿el animal sigue bebiendo?
¿qué modificaciones ácido-básicas conlleva el proceso y cuál puede ser su intensidad?
¿qué modificaciones electrolíticas en términos absolutos, y relativos respecto al potasio, se producen?
Primeros pasos
Inicialmente se debe valorar la pérdida hídrica a partir de las manifestaciones clínicas del individuo deshidratado (tabla):
Existen otros datos que nos permiten calcular con precisión el grado de deshidratación, siempre y cuando conozcamos su evolución, siendo el más útil y sencillo la variación del peso del animal. Laboratorialmente se puede utilizar el valor hematócrito y la concentración de proteínas plasmáticas, debiendo tener en cuenta que ambos se modifican adicionalmente en diarreas sanguinolentas y las proteínas plasmáticas en la enteropatía perdedora de proteínas.
Antes de iniciar una fluidoterapia sería deseable conocer en detalle los valores plasmáticos de los diferentes electrólitos e igualmente la situación ácido-base. Desafortunadamente en la mayoría de los casos el clínico no puede disponer de dicha información de forma rápida, condicionando este hecho la terapia con fluidos.
% deshidratación | signos clínicos |
---|---|
<5 | no detectable |
5-6 | ligera pérdida de la elasticidad cutánea |
6-8 | retardo en retornar la piel a su posición |
10-12 | intenso retardo en retornar la piel a su posición |
12-15 | signos de choque definitivos |
Tabla: Estimación de la deshidratación
Vía de rehidratación
La vía a utilizar, en general, si la deshidratación es ligera o moderada (<8% P.V.) es por V.O., siempre que no exista emesis o acumulación de líquidos en tracto gastrointestinal, como en obstrucciones intestinales; si es intensa (>8% P.V.) se rehidratará inicialmente vía E.V. durante 4-6 horas hasta corregir la hipovolemia y el desequilibrio ácido-base, seguida de una rehidratación V.O. de mantenimiento durante 48-96 horas, según los casos.
Con respecto al uso de la vía S.C., ésta se puede usar como sustitución de la E.V., teniendo en cuenta que tardará en absorberse entre 4-6 horas si la deshidratación no es intensa, ya que en este último caso la absorción se verá enlentecida aún más por la vasoconstricción periférica existente. Generalmente se usará para terapia de mantenimiento tras haber rehidratado previamente vía E.V.
Independientemente de la vía elegida, la temperatura de la solución rehidratante deberá aproximarse lo más posible a la temperatura corporal ya que favorece la absorción si es V.O. y evitará accidentes cardíacos si es vía E.V.
Volumen a administrar
Durante las primeras 24 horas se deberá administrar el volumen correspondiente a (1) las pérdidas manifestadas hasta el momento (grado de deshidratación medido por la exploración física y/o laboratorial del paciente) y (2) si no bebe, las necesidades de mantenimiento diarias del animal (adultos: 40 ml/kg y día en razas caninas grandes, y 60 ml/kg y día en gatos y razas caninas pequeñas; en cachorros: 130 ml/kg y día).
Las pérdidas patológicas venideras pueden ser importantes, debiéndose estimar y añadir a las necesidades de mantenimiento de estas primeras 24 horas, siendo preferible sobreestimarlas a subestimarlas; frecuentemente, debido a la dificultad que representa el cálculo de las mismas, se incluyen para el día siguiente.
Velocidad de infusión
La máxima velocidad "segura", siempre que no exista cardiopatía ni fallo renal oligúrico, es 90 ml/kg y hora en perros y 55 ml/kg y hora en gatos, velocidades que se deben utilizar en caso de choque. En esta circunstancia, posteriormente se disminuye a 20-30 ml/kg y hora, bajando a 10 ml/kg y hora cuando exista producción de orina.
Ante un caso grave de deshidratación, inicialmente la velocidad será de 50 ml/kg y hora, y de 15-30 ml/kg y hora en casos menos graves. Finalmente se ajustará a una velocidad de mantenimiento de 2 ml/kg y hora.
En el caso de deshidrataciones leves o moderadas se puede iniciar introduciendo la ½ del volumen diario calculado en 4-8 horas, a 2-3 veces la velocidad de mantenimiento, seguido de la otra ½ en 16-20 horas a 1,5-2 veces la velocidad de mantenimiento. Posteriormente ya se mantendrá a 2 ml/kg P.V. y hora.
Como norma general se reemplazará el déficit calculado en 4-8 horas, administrando el de mantenimiento el resto del tiempo.
La velocidad de los goteros de adultos es de 10-20 gotas/ml, mientras los pediátricos dan 60 gotas/ml. Para calcular la velocidad en gotas/minuto se divide la velocidad deseada (ml/hora) entre 6, 3 ó 1 (gotero de 10, 20 y 60 gotas/ml respectivamente).
Fuente: http://www.portalveterinario.com